252) LEY DE LA ATRACCION - Jesús entra triunfal a Jerusalén (Parte 7)

Nota del autor: Este artículo debido a su extensión fue dividido en diez partes, a ser publicados uno semanalmente. A continuación la Parte 7:

 

Entonces la última parte que me queda pendiente por interpretarles, es sobre la maldición de la higuera estéril. Para ello vuelvo a transcribirles los versículos completos de San Marcos 11,12-14:

 

Maldición de la higuera estéril 

 

12- Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre. 

13- Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. 

14- Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos. 

 

Como pueden ver, marqué en negrita lo que me dio el indicio principal; y digo ello, porque esa parte me hizo acordar un versículo del Apocalipsis, del cual hablé con anterioridad. Pero antes de traerles nuevamente esos versículos al presente, veamos primero las contradicciones que se presentan:

 

1º) Jesús tenía hambre y al toparse con una higuera que no tenía fruto, la maldigo y se secó. Y aquí comienzo a desarrollar la primer contradicción:

 

Respecto a este hecho histórico y en referencia a los tiempos de crecimiento y cosecha de sus frutos, en una página Web decía lo siguiente:

 

“En la primavera, este fruto verde es formado, y entonces empieza el proceso de maduración. Pero hay una cosa muy importante. El lapso entre la primavera y el verano es el tiempo más importante. Es el tiempo de la prueba. Este fruto verde tiene que aprender una lección: cómo habitar en la rama, porque un día vendrán los vientos, y será probado. Si aquel fruto verde permanece en la rama cuando el árbol sea sacudido, entonces en el verano, será un fruto maduro. Será un hermoso y maduro fruto de higuera.”

 

Fuente de consulta: http://www.betaniajerusalen.com/pagina7.htm

 

Es decir, el fruto nace verde en primavera y se cosecha en verano, mientras que al final del verano o iniciado el otoño, sólo quedan las hojas; que es la época en que Jesús se cruza con esta higuera. Ante esto habría que preguntarse, si Jesús que sabemos no era ignorante y por lo tanto tenía información para conocer en qué época la naturaleza permitía tener frutos a la higuera; entonces ¿por qué él seco a la higuera?

 

¿Acaso Jesús se levantó esa mañana rayado y se desahogó con la higuera y la mandó al carajo?

 

Porque si se ponen a analizar, si no se es ignorante y de todas formas se pretende que un árbol de frutos en una época que no corresponde, es por dos causas (racionales), o se es un pelotudo o ese día uno no está bien de la cabeza. Es lo mismo que maldecir a un naranjo porque no da limones. No tiene sentido y más viniendo de Jesús ¿no les parece?

 

2º) Incluso según leí, esa maldición que impartió Jesús, fue el único milagro que él hizo durante toda su Evangelización, para hacer una maldad, ya que todos los demás fueron realizados para transmitir el bien (curar a personas, resucitarlas o echar demonios de sus cuerpos).

 

 

Como pueden ver, con esos versículos pareciera que quisieron hacer quedar a Jesús como un tonto e hijo de puta al mismo tiempo. Los interpelo nuevamente: ¿No les suena raro?

Fuente de donde fue tomada la imagen: http://www.rezaconmigo.com/dia-6-reflexiones-para-la-8a-semana-del-tiempo-ordinario/

 

Nota al margen: Hace como tres años atrás, en mi parque yo tenía un mandarino (lleno de mandarinas) y de un día para el otro, veo que en el suelo al lado del tronco, habían nacido unos tres hongos. Así fue que tomé la pala y los saqué; sin embargo a los pocos días volvieron a nacer; hice lo mismo por segunda vez y nuevamente volvieron a aparecer. La tercera vez me dije, ¡no me van a ganar! y no tuve mejor idea que echarles kerosene. Esta vez si los maté, pero también sequé al mandarino, porque la tierra absorbió el kerosene y lo llevó hasta las raíces, las que hicieron lo mismo, matando yo de esta manera sin querer al árbol.

 

A Jesús al secar la higuera, lo hacen pasar sin serlo como a un boludo; porque en realidad hay un mensaje oculto detrás de ese hecho; en cambio yo al secar a mi mandarino, directamente fui un pelotudo con todas las letras.

 

Conclusión:

 

No hay lugar a dudas, que esa maldición-contradicción nos está avisando que ahí  hay un mensaje importante. Y como dije anteriormente, ese versículo del Apocalipsis me hizo ver la respuesta.

 

Cuando indico el Apocalipsis, me estoy refiriendo al versículo 2, del capítulo 22 del Apocalipsis, que abajo pueden leerlo:

 

2- En medio de la ciudad, a uno y otro lado del río, hay árboles de la vida, que dan fruto doce veces, una vez cada mes, y sus hojas sirven de medicina para las naciones.

 

Este versículo lo cité y lo terminé de interpretar en el artículo titulado “Nº 136 - Los doscientos millones de soldados (Parte 7)”, donde escribí:

 

“Les recuerdo que en el artículo titulado “Nº 123-El río de la vida”, había hecho ya la interpretación de cinco versículos, en donde dije:

 

“En la Biblia se denomina “el río de agua de la vida”, al líquido  cefalorraquídeo que circula por la médula espinal”

 

Y por otro lado también expresé:

 

“Y cuando en ese mismo versículo 2 dice: “dan fruto doce veces, una vez cada mes,”, se refiere a los óvulos de la mujer.”

 

“Respecto a qué llama como “hojas”, por ahora no puedo dar una interpretación firme, pero podrían ser tal vez las neuronas.”

 

Volviendo nuevamente a este artículo (Nº 136), cuando me dije que “las mujeres eran portadoras del bien”, automáticamente me di cuenta del significado de:

 

y sus hojas sirven de medicina para las naciones”. Esta parte final del versículo 2 antes citado, hace referencia justamente a los pensamientos positivos.

 

Recuerden también que en ese artículo formulé:

 

“Y para terminar con este versículo, “naciones” se hace llamar a todos los seres humanos.”

 

Es decir, a causa de la teoría que esbocé, pude descifrar el significado de “hojas”.

 

Y a partir de ahí todo el versículo toma vida en su plenitud:

 

El óvulo de la mujer (portador del bien), es el fruto que dan los árboles de la vida (la mente subconsciente), “doce veces, una vez cada mes” y “sus hojas (pensamientos positivos) sirven de medicina para las naciones” (las mentes de los hombres).”

 

Ello lo había escrito en febrero del 2014 y casualmente ahora en febrero del 2016 (justo dos años después), el acordarme de la interpretación de ese versículo, me permitió entender por qué Jesús secó a esa higuera. Veamos:

 

1º RAZONAMIENTO: Si Jesús usó el único milagro que empleo en toda su vida con esas características, para realizar una “maldad”, significa que esa higuera era “mala”.

 

2º RAZONAMIENTO: Si Jesús secó a la higuera y con ella a las hojas que esta tenía, significa que las hojas también eran “malas”.

 

3º RAZONAMIENTO: Como ya apliqué en otros artículos, utilicé aquí también “la técnica del opuesto” (la cité de la misma manera por primera vez, en el artículo Nº 180); puedo concluir que, si las hojas del árbol de la vida son buenas y simbolizan a los pensamientos positivos, quiere decir que las hojas de la higuera, que son “malas”, están entonces representando a los pensamientos negativos.

 

Ahora todo empieza a tener sentido; Jesús no fue un boludo por secar a la higuera por no dar frutos cuando no correspondía que los diera. Él lo hizo así, porque nos estaba transmitiendo que en realidad estaba matando a los pensamientos negativos.

 

¿Empiezan a comprender por qué expresé en el anterior artículo, que el significado de secar la higuera se complementa con los cambistas que Jesús echó del Templo, por  estar haciendo negocios dentro del mismo?

 

Jesús echó del Templo (de la mente consciente de la madre) a los pensamientos negativos, y cuando salió del Templo y se dirigió a Betania (el útero), a las afuera de Betania (el estómago), se encontró con la higuera y sus “hojas” (los pensamientos negativos) y los mató en ese lugar. Recuerden a tal efecto la interpretación que hice del versículo 8, en el capítulo 21 de Apocalipsis en el artículo titulado, “Nº 173 -  La nueva Jerusalén (Parte 10)”:

 

21- El Cielo nuevo y la Tierra nueva/La nueva Jerusalén

 

8- Pero para los cobardes, los renegados, los corrompidos, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idólatras, en una palabra, para todos los falsos, su lugar y su parte es el lago que arde con fuego de azufre, que es la segunda muerte.»

 

el lago que arde con fuego de azufre” representa al estómago y sus jugos gástricos. Y los pensamientos negativos terminan en él como castigo final (la primer muerte representa el nacimiento de todo ser humano).”

 

Bien, volviendo nuevamente al presente artículo, antes de entrar a las conclusiones finales de las enseñanzas que nos trasmite este capítulo, terminaré de interpretarles el último versículo que queda pendiente. Me estoy refiriendo a San Marcos 21,23:

 

23- Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 

 

En este versículo, simbólicamente se nos dice que el embrión que comienza a formarse (el monte) se separa del endometrio por medio del cordón umbilical (Quítate) y termina flotando en el líquido amniótico (el mar), dentro del saco amniótico.

 

Conclusiones finales

 

Como conclusión vemos, que Jesús mata a todos los pensamientos negativos que tiene la madre al momento de comenzar el implante del óvulo fecundado; para que los mismos no ataquen al embrión que comenzará a crecer, sino hasta el momento en que nazca.

 

A partir de que comienza a implantarse, empezará a formarse el saco amniótico con su respectivo líquido amniótico, los cuales trabajan en conjunto como un escudo protector, contra los pensamientos negativos que quieren atacar al embrión (ver al respecto, el artículo titulado “Nº 160 - El Arca de Noé (Parte 3).

 

Por lo tanto, a diferencia de lo que había expresado hasta ese momento en varios artículos (morimos al mismo tiempo que el óvulo que nos toca para la próxima reencarnación, es fecundado); ahora en cambio surge de acuerdo a mi análisis; que cada uno de nosotros después de morir nos reencarnamos en una nueva mente consciente, al día 14 desde que ese óvulo fue fecundado. Con lo cual cabría preguntarse:

 

Si nosotros ingresamos en el nuevo cuerpo que nos toca, el día 14; entonces ¿Qué sucede desde el momento de la fecundación de ese óvulo hasta el día 7, y qué acontece desde el día 7 en que comienza el implante, hasta el día 14 en que concluye dicho proceso sobre el endometrio del útero?.

Nota al margen: Por otro lado vean como se repite la misma conclusión a que había llegado en el artículo titulado “Nº 237 - Navidad y Reyes (Parte 2)”, en donde dejé asentado en dos párrafos distintos lo siguiente:

Es decir, esto último me permitiría limitar el instante del comienzo de la vida, no como había concluido en ese artículo, al momento de la fecundación, sino que ese “soplo de vida” dado por Dios, se produce cuando el implante del óvulo queda afianzado al cabo de esos 14 días.”

 “Ya dejé aclarado en anteriores artículos que nosotros, es decir nuestro Espíritu, se encarna en el momento en que Satanás nos encierra dentro de la mente consciente, lo que quiere decir que, hasta que Dios no mande la mente humana tripartita, mal podemos estar encarnados; por lo tanto al momento de la implantación (cuando existe la mente consciente), sólo en ese instante empezamos a formar parte del cuerpo humano.”

 

Nota del autor: Este artículo por su extensión continuará la próxima semana.............

 

Apocalipsis, 1,3:

 

3- Feliz el que lea estas palabras proféticas y felices quienes las escuchen y hagan caso de este mensaje, porque el tiempo está cerca.

 

A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.

 

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Desde “la playa de las arenas argentadas”, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

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