Nota del autor: Este artículo debido a su extensión fue dividido en dos partes, a ser publicados uno semanalmente. A continuación la Parte 2:
Y volviendo al principio de este artículo, yo dije que sabiendo lo que representaban los 14 días, pude concluir el simbolismo que trasmitía cada una de esas dos fiestas religiosas, y al mismo tiempo que recordaba los tres regalos que habían dejado los Reyes, supuse que estos representaban a la mente humana, no solo por el número tres, sino por el regalo más importante de estos: “el oro”.
Yo sabía por la investigación que había realizado en anteriores artículos (Ver el artículo titulado “Nº 194 - El Cordero abrió el séptimo sello”), que el oro representa a la Deidad (Dios, la mente Suprema); habiendo expresado en ese momento lo siguiente:
“Aquí primero les daré el sentido espiritual que se le da en la Biblia al oro: El oro representa a la Deidad, es la mayor calidad, la perfección celestial.”
Fuente de consulta: http://www.maranathalife.com/spanish/teach-ot/simbolos.htm
Por lo que concluía, que los otros dos regalos deberían estar representando a los otros dos componentes de la mente humana:
La mente Subconsciente (El Espíritu Santo) y
La mente Consciente (Cristo)
Si mi intuición era correcta, debería encontrar información que apoyase mi teoría y para ello busqué lo que representaban esos otros dos regalos, topándome con lo siguiente:
El Incienso (la mente subconsciente – El Espíritu Santo):
“El Altar del Incienso se encontraba en el centro del Santuario. Su localidad no es casual: representa el equilibro entre el mundo material y el espiritual. De qué manera? Las especias representan al mundo material, mientras que el humo, que subía en línea recta al cielo, el espiritual.”
Fuente de consulta: http://www.institutodeltemplo.org/el-inciensio.htm
La Mirra (la mente consciente – Cristo):
“La mirra era uno de los ingredientes del aceite de la unción y esto es el perfume de Dios en nosotros, el grato olor de Cristo:
“Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan…” (2ª Corintios 2:15-16).”
Fuente de consulta: http://www.iglesia.net/index.php/estudios-biblicos/leer/oro-incieso-y-mirra/
Por lo tanto habiendo sido correcta mi suposición, ahora me nacía otra interrogación:
Si en el momento del implante definitivo del óvulo sobre el útero de la madre, se produce el “ingreso” de ese regalo mágico de Dios, que es la mente humana como la conocemos metafísicamente; ¿qué sucede o deja de suceder, durante esos 14 días que van desde la fecundación del óvulo hasta su implantación definitiva?
Y esta última pregunta lo relaciono con lo que escribí en el artículo titulado “Nº 149 - Revelación de Jesucristo (Parte 3)”, donde expresé lo siguiente:
“Cada óvulo trae una parte viva de Cristo; toda vez que el óvulo no es fecundado Cristo reedita su muerte y dolor.
Por contrapartida, cada vez que el óvulo fecundado llega a su crecimiento total y nacimiento del nuevo ser, Cristo vuelve a nacer en cada uno de nosotros y cada mujer que va a dar a luz siente el dolor que sintió Cristo al morir (el dolor en el parto natural).”
Es decir, esto último me permitiría limitar el instante del comienzo de la vida, no como había concluido en ese artículo, al momento de la fecundación, sino que ese “soplo de vida” dado por Dios, se produce cuando el implante del óvulo queda afianzado al cabo de esos 14 días.
Nota al margen: Habrán notado que este artículo comenzó con un implante de pensamiento por parte del Espíritu Santo y luego fui aplicando la intuición, junto con la técnica que denomino “la interrogación exponencial” (hacerme una pregunta sobre el mismo tema, una tras otra, hasta llegar al fondo de la cuestión).
Al mismo tiempo, en referencia a cuál es el momento en qué recibimos formalmente “la vida” de parte de Dios, aprendí al buscar información sobre la festividad de los Reyes Magos, lo siguiente:
“Con el tiempo, en países de tradición católica, se adoptó la costumbre de celebrar al mismo tiempo el día de la Epifanía (el 6 de enero) y la festividad de los Reyes Magos, conjugándose así la manifestación de Jesús al mundo no judío con la fiesta de estos personajes que representaban justamente ese mundo de gentiles. Poco a poco, se fue olvidando el significado verdadero de la palabra epifanía y la convirtió en un sinónimo de adoración de los Magos.”
Fuente de consulta: https://es.wikipedia.org/wiki/Reyes_Magos
Y por otro lado les coloco la definición de Epifanía:
“Es una fiesta cristiana en la que Jesús toma una presencia humana en la tierra, es decir Jesús se «da a conocer”
“Esta es la fiesta que se sigue celebrando el día 6 de enero.”
Fuente de consulta: https://es.wikipedia.org/wiki/Epifan%C3%ADa
Entonces ahí yo me pregunté:
¿Si la Epifanía de Jesús es el 6 de enero, ello no nos está afirmando justamente que Jesús nació metafísicamente hablando, el 6 de enero y no el 25 de diciembre?
Es decir, todo concluye en el mismo punto, el “soplo ve vida” se produce al momento del implante definitivo del óvulo.
Y para concluir con las interrelaciones que quedan asentadas a lo largo de la Biblia (como es arriba -en el Universo- es abajo -en el cuerpo humano- y como es abajo es arriba); recuerden dónde exprese algo parecido, haciendo una comparación con el cometa que los Reyes Magos siguieron durante su derrotero.
Para ello no se olviden, que la representación de estas fiestas cristianas, simbolizan parte del proceso de fecundación y gestación del embrión humano.
¿Y, se acordaron o no?. Esa semejanza la escribí en el artículo titulado “Nº 185 - Viaje de Pablo a Roma (Parte 5)”, donde expresé lo siguiente:
“Por lo tanto, si la Tierra es el óvulo materno y el sistema binario Plutón - Caronte son los testículos y el cometa Halley relaciona a la Tierra con Plutón; la respuesta sale sola:
El cometa Halley representa al espermatozoide (está conformado por una cabeza y una cola).
Nota al margen: Respecto a esto mismo busqué después en Google, con las palabras “cometa Halley” y “espermatozoide” y encontré una página (citada más abajo), donde respecto a este cometa, dice textualmente:
“Un cometa semeja a un espermatozoide cósmico. De hecho, suele transportar "material" (polvo de estrella) que puede caer en un planeta (óvulo) y fecundarlo. Así como es en "lo grande"... es en "lo pequeño".
Vean como además de mostrar la misma semejanza, también subliminalmente, hace mención al Principio de correspondencia.
Fuente de consulta:
http://asteromia.net/sistema-solar/sistema-solar-cometas-halley.html”
Concluyendo, ese cometa que siguieron los Reyes Magos, representa al espermatozoide que fecundará al óvulo que dará vida al hijo de Dios, es decir, a cada uno de nosotros. En referencia a ello vuelvan a leer el artículo titulado “Nº 150 - Revelación de Jesucristo (Parte 4)” donde expreso:
“Pero antes de continuar veamos que mensajes logré encontrar hasta ahora (vuelvo a trascribir lo que expresé hasta el momento):
1) “¡Exacto!, con la interpretación que logré realizar me di cuenta que cada vez que una mujer da a luz, está naciendo Jesús nuevamente; es decir cada uno de nosotros somos literalmente en sangre y cuerpo Cristo (esto es cierto tanto para una mujer como para un hombre).”
2) Ahora, ¿cómo se entiende que todos somos Cristo?; porque en realidad no somos Cristo repetido infinidad de veces, sino que cada uno de nosotros somos una parte pequeña de esa totalidad única que es Cristo.
De la misma forma sucede con esa división de Cristo; cada vez que morimos volvemos a esa única fuente de vida que es Cristo y cada vez que un nuevo ser nace, Cristo vuelve a dividirse (al igual que el óvulo).
Es decir a esta altura, logré comprender dos mensajes nuevos que nos difunde la Biblia:
- Que cada uno de nosotros somos Cristo y;
- Que nos reencarnamos continuamente.”
Y reafirmando esta hipótesis de que la vida comienza en ese momento de la implantación definitiva del óvulo, realizo la siguiente afirmación:
Ya dejé aclarado en anteriores artículos que nosotros, es decir nuestro Espíritu, se encarna en el momento en que Satanás nos encierra dentro de la mente consciente, lo que quiere decir que, hasta que Dios no mande la mente humana tripartita, mal podemos estar encarnados; por lo tanto al momento de la implantación (cuando existe la mente consciente), sólo en ese instante empezamos a formar parte del cuerpo humano.
A partir de ahora a las tres mentes las voy a denominar los “tres jefes”, porque la intervención conjunta de ellos, es la que nos ordena y define nuestra vida y destino.
Cada uno de nosotros somos un ser ciego que no puede apreciar “la Verdad” del funcionamiento de la mente humana; pero ello está comenzando a llegar a su fin.
La salud de ese ser ciego es precaria, porque día a día se está deteriorando, dando paso al nuevo ser que comenzará a ver por medio del tercer ojo (el que quiera entender, que entienda).
A tal efecto cito lo dicho por Jesús en los versículos del 13 al 15 del capítulo 13, del evangelio según San Mateo:
13- Por eso les hablo en parábolas, porque miran, y no ven; oyen, pero no escuchan ni entienden.
14- En ellos se verifica la profecía de Isaías: Por más que oigan no entenderán, y por más que miren no verán.
15- Este es un pueblo de conciencia endurecida. Sus oídos no saben escuchar, sus ojos están cerrados. No quieren ver con sus ojos, ni oír con sus oídos y comprender con su corazón…Pero con eso habría conversión y yo los sanaría.
Apocalipsis, 1,3:
3- Feliz el que lea estas palabras proféticas y felices quienes las escuchen y hagan caso de este mensaje, porque el tiempo está cerca.
A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.
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Desde “la playa de las arenas argentadas”, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.
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