Nota del autor: Este artículo debido a su extensión fue dividido en cinco partes, a ser publicados uno semanalmente. A continuación la Parte 4:
Como dije anteriormente, además de la primer plaga, la plaga séptima (el granizo), fue de las primeras que logré interpretar, lo que me permitió entender el verdadero mensaje que trasmitían estas plagas, a diferencia del comienzo cuando pensaba que todas las plagas eran una descripción, de los distintos ataques que recibía el espermatozoide al entrar en el cuerpo de la mujer.
Por lo tanto ya comprendiendo que las 10 plagas, son la transmisión de todo el proceso de fecundación, gestación y nacimiento del bebé, y que la plaga del granizo representaba la formación del saco amniótico y del embrión dentro del mismo; entonces a estas alturas, ya sabía que las plagas sólo podrían hablar de los espermatozoides, como mucho en las primeras plagas.
Y a si fue que comparando los detalles que caracterizan las etapas de un embarazo, me permitió interpretar estas 7 plagas y luego las siguientes.
La octava plaga: las langostas
4- Porque si te niegas a dejarlo partir, mañana enviaré contra tu país una invasión de langostas.
5- Ellas cubrirán de tal manera la superficie del suelo, que nadie lo podrá ver. Devorarán el resto que se salvó del granizo y acabarán con todos los árboles que crecen en los campos.
13- Moisés extendió su bastón sobre el territorio de Egipto, y el Señor envió sobre el país el viento del este, que sopló todo aquel día y toda la noche. Cuando llegó la mañana, el viento ya había traído las langostas.
15- Cubrieron la superficie de todo el país, de manera que este quedó a oscuras; devoraron toda la vegetación y todos los frutos de los árboles que se habían salvado del granizo; y en todo el territorio de Egipto no quedó ni siquiera una brizna de verdor en los árboles y en las plantas del campo.
19- Entonces el Señor cambió la dirección del viento, que comenzó a soplar desde el oeste. Y lo hizo con tanta fuerza, que barrió con las langostas y las precipitó en el Mar Rojo. Así no quedó ni una sola langosta en el territorio de Egipto.
La octava plaga es la manera de Dios de informarnos, que comienzan las contracciones uterinas finales del parto.
Donde “todo el país” simboliza al útero; mientras que con “viento” se hace llamar a las contracciones propiamente dichas.
Nota al margen: Lo que no puedo por el momento todavía, es darme cuenta de cuál es la diferencia que hay entre el viento del este y del oeste.
Cuando el versículo 19 expresa “las precipitó en el Mar Rojo”, está comunicando que el bebé ya encajó en el canal de parto (Mar Rojo), que es el que se llena de sangre tanto durante la menstruación como al nacimiento, consecuencia en este último caso del comienzo del desprendimiento de la placenta.
Y las langostas en esta poesía con que escribe Dios, representan a la hormona oxitocina.
“La oxitocina es una hormona que segrega de forma natural el organismo, y que llegado el momento provocará el inicio del trabajo de parto.”
“Esta hormona es la encargada de provocar las contracciones del útero necesarias para que el bebé se desplace a través de canal del parto y pueda salir al exterior, y para que el cuello del útero se dilate y permita el paso del bebé .”
Fuente de consulta: http://www.webconsultas.com/embarazo/el-parto/oxitocina-en-el-parto-12988
La novena plaga: las tinieblas
21- El Señor dijo a Moisés: «Extiende tu mano hacia el cielo, para que Egipto se cubra de una oscuridad tan densa que se pueda palpar».
22- Moisés extendió su mano hacia el cielo, y una profunda oscuridad cubrió todo el territorio de Egipto durante tres días.
23- Todo ese tiempo estuvieron sin verse unos a otros y sin que nadie pudiera moverse de su sitio. Pero en las viviendas de los israelitas había luz.
28- El Faraón dijo a Moisés: "¡Fuera de aquí! Y no te atrevas a comparecer otra vez en mi presencia, porque apenas lo hagas, morirás".
29- Moisés
respondió: "Tú mismo lo has dicho. No te volveré a ver".
Esta plaga nos habla del momento en que se rompe el saco amniótico y por lo tanto ingresan por primera vez los pensamientos negativos en el bebé (hasta ese instante el líquido amniótico era un barrera de protección sobre la mente de quien está a punto de nacer).
Siendo los indicios que a simple vista me trasmitían este mensaje, lo indicado por el versículo 22, con la expresión “profunda oscuridad” y” durante tres días”; ya que estas frases me hicieron recordar el artículo titulado “Nº 102 - Resucitó al tercer día (Parte 3)”, donde hablando sobre la Pasión y Resurrección de Cristo, termino comprendiendo el significado de la permanencia por 3 días y 3 noches de Cristo muerto en el sepulcro;expresando en ese momento lo siguiente:
“Entonces si ello no se condice con la realidad ¿qué se quiere decir con tres días y tres noches?
Para responder la anterior pregunta, veamos qué se representa con la palabra día y con la palabra noche en otras partes de la Biblia:
En Génesis 1,4-5 leemos:
4- Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas.
5- Dios llamó a la luz “Día” y a las tinieblas “Noche”.....
En estos dos versículos se define la oposición entre el día y la noche; siendo una la luz y la otra las tinieblas y como ya he interpretado en anteriores artículos, ésta es la forma de denominar a los pensamientos:
PENSAMIENTOS POSITIVOS = Luz = El día
PENSAMIENTOS NEGATIVOS = Tinieblas = La noche”
Así es que al repetirse en forma semejante la expresión, que la oscuridad se hizo presente por tres días, inmediatamente relacioné estos versículos tan distantes unos con otros, pero que tienen el mismo significado:
En el sepulcro (el útero) Cristo recibe los pensamientos negativos (la oscuridad profunda/las tinieblas) al momento en que se rompe el saco amniótico.
Algo semejante dije en su momento en ese mismo artículo a que hago referencia, donde escribí lo siguiente:
“Es decir, el sepulcro representa nuestra mente, donde estamos encerrados tres días y tres noches (con pensamientos positivos y negativos).”
Entonces hasta aquí volqué toda la explicación para comprender el versículo 22 y ahora el siguiente, el Nº 23 que se los vuelvo a transcribir:
23- Todo ese tiempo estuvieron sin verse unos a otros y sin que nadie pudiera moverse de su sitio. Pero en las viviendas de los israelitas había luz.
Acá hace referencia a todos los bebés que están por nacer y que no pueden verse hasta su nacimiento, ni moverse o salir todavía del útero.
Y con, “en las viviendas de los israelitas había luz”, se refiere a que en el útero hay luz, ya que todavía está la placenta; por esa razón la salida de la misma después del parto y que dura hasta 30 minutos, sellama alumbramiento.
Mientras que interpretados estos versículos, ya fue fácil entender lo que trasmitía el versículo 21, en la parte que dice “se puede palpar”. Que es la misma manera que se dice en obstetricia, cuando se puede palpar la cabeza de niño que está a punto de nacer. Llamándose a este procedimiento como “Maniobras de Leopold”.
Fuente de consulta: http://es.wikipedia.org/wiki/Maniobras_de_Leopold
Y finalmente los dos versículos siguientes, enunciados de esta plaga:
28- El Faraón dijo a Moisés: "¡Fuera de aquí! Y no te atrevas a comparecer otra vez en mi presencia, porque apenas lo hagas, morirás".
29- Moisés
respondió: "Tú mismo lo has dicho. No te volveré a ver".
Vean que manera sugestiva de decir, que cada vez que morimos carnalmente, repetimos el proceso de reencarnación, volviendo “a comparecer otra vez en mi presencia” (el espermatozoide que se forma en los testículos, la morada de Satanás).
Y con la frase “porque apenas lo hagas, morirás”, nos está expresando que a continuación naceremos carnalmente, pero muriendo espiritualmente, porque ingresamos en realidad con nuestro nacimiento al abismo (Ver el artículo titulado “Nº 129 - Los mil años y el abismo”).
Luego con el versículo 29, Moisés le contesta al Faraón (Satanás), que efectivamente no lo volverá a ver (hasta la próxima muerte carnal), porque en ese momento comienza su nacimiento.
Nota del autor: Este artículo por su extensión continuará la próxima semana.............
Apocalipsis, 1,3:
3- Feliz el que lea estas palabras proféticas y felices quienes las escuchen y hagan caso de este mensaje, porque el tiempo está cerca.
A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.
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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.
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