190) LEY DE LA ATRACCION - Viaje de Pablo a Roma (Parte 10)

Nota del autor: Este artículo debido a su extensión fue dividido en diez partes, a ser publicados uno semanalmente. A continuación la Parte 10:

 

Si bien hace siete semanas que tendría que haber publicado esta décima parte del presente artículo, ya que era el más sencillo de todos, porque sólo tenía que sacar conclusiones de lo que ya había descubierto; tardé en escribirlo ya que como en otras ocasiones, me quedé “sin combustible” para seguir escribiendo.

 

Así que estando de nuevo en el frente de batalla y para no volver a reiterar los puntos geográficos ya citados, simplificaré trasmitiendo simplemente, el mensaje propiamente que nos trasmite esta travesía que realiza Pablo:

 

Como dije a lo largo de estos artículos, lo más relevante de este trayecto, son los dos barcos en que se transporta Pablo:

 

1º) Respecto al primer barco en que viaja Pablo, yo había expresado en la Parte 5 de este artículo, que el mismo representaba al espermatozoide; sin embargo hilando más fino, y habiendo decantado la información que descubrí, después de siete semanas de calma, me di cuenta que en realidad el primer barco simboliza al cuerpo del hombre; mientras que Pablo está cumpliendo el papel del espermatozoide.

 

2º) El barco más grande que transporta granos de trigo, con el que realizan el transbordo, está diciéndonos que es el cuerpo de la mujer y los granos que están dentro de él, es el óvulo que se fecundará.

 

Es decir Pablo (el espermatozoide) sale del cuerpo del hombre (el barco chico) y se pasa al cuerpo de la mujer (el barco grande) que contiene los granos de trigo (el óvulo). Con lo cual, el primer mensaje de esta descripción fisiológica del cuerpo humano es:

 

Ahora el espermatozoide (Pablo) y el óvulo (los granos de trigo) se encuentran juntos dentro del cuerpo de la mujer (el mismo barco).

 

Es así que para que entendamos este mensaje, durante la primer parte del trayecto se indican duraciones de períodos que tienen que ver con la fisiología y desarrollo del espermatozoide. Mientras que cuando se habla del segundo trayecto, por contrapartida se citan períodos o detalles de la fisiología del óvulo en formación en primera instancia y fecundado luego.

 

Y también como en otras partes de la Biblia, Dios nos enseña que, como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba.”

 

Continuamente Él nos hace ver que el funcionamiento del Universo es exactamente igual al funcionamiento del cuerpo humano. Por lo tanto nos expresa, que si queremos saber cómo funciona el cuerpo humano, veamos primero cómo funciona el Universo y lo mismo a la inversa.

 

En anteriores artículos ya había indicado a quién representa La Tierra (el óvulo), La Luna (Satanás), Plutón y Caronte (los testículos), El Sistema Solar (el cuerpo de Cristo), el Sol (la cabeza de Cristo), el cinturón de asteroides (el pecho de Cristo)..........

 

Mientras que ahora se agregó el Cometa Halley (el espermatozoide).

 

Por otro lado también descubrí que la “braza marina” que utiliza Dios, es la romana equivalente a 6 pies, que da como resultado 1,776 m.

 

En anteriores artículos demostré por las coincidencias que encontré, que Dios utiliza siempre las medidas antiguas de longitud romanas (codos, pies, estadios, etc.)

 

También por las cuentas matemáticas encubiertas, Dios nos trasmite en estos versículos, que ese óvulo que está fecundándose en todos los úteros maternos, es siempre el de Cristo.

 

Recuerden que las 5 brazas marinas de diferencia, que surgen entre 15 y 20 (que fueron las medidas de profundidad tomadas por el barco de Pablo antes de naufragar), daba como resultado después de multiplicarlas por el valor de una braza = 888, y que este número en la simbología griega representa a Cristo.

 

Es decir, como ya cite antes, en la narración del viaje de Pablo se trasmite en forma encubierta el proceso de fecundación, gestación, nacimiento, vida y muerte de Cristo y por medio de él, la de cada uno de nosotros.

 

Hasta aquí el resumen de estas dos partes en que se compone el capítulo 27 del libro de los Hechos de los ApóstolesMientras que la última parte la integran los versículos del capítulo siguiente, el 28; de los cuales a continuación sólo les trascribo los primeros seis, del total de 30 de que se compone:

 

1- Una vez a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta.

2- Los nativos nos mostraron una humanidad poco común; encendieron una hoguera a causa de la lluvia que caía y del frío, y nos acogieron a todos.

3- Pablo había reunido una brazada de ramas secas; al ponerla sobre la hoguera, una víbora que salía huyendo del calor, hizo presa en su mano.

4- Los nativos, cuando vieron el animal colgado de su mano, se dijeron unos a otros: "Este hombre es seguramente un asesino; ha escapado del mar, pero la justicia divina no le deja vivir."

5- Pero él sacudió el animal sobre el fuego y no sufrió daño alguno.

6- Ellos estaban esperando que se hincharía o que caería muerto de repente; pero después de esperar largo tiempo y viendo que no le ocurría nada anormal, cambiaron de parecer y empezaron a decir que era un dios.

 

Y sólo hablaré de estos versículos, porque todavía no logro comprender que trasmiten los 7 períodos de tiempo que se mencionan en este capítulo entero.

 

Por el capítulo 27, ya saben que el naufragio sobre la isla de Malta representa el nacimiento de Cristo.

 

Luego en el versículo 3 se relata que Pablo es mordido por una víbora venenosa; la que representa a Satanás y se materializa en la mente por medio de los pensamientos negativos, que cada uno de nosotros comienza a recibir desde el momento de nacer.

 

Mientras que Cristo simbolizado por Pablo, no sufre consecuencia ninguna de esta mordedura, porque está protegido por Dios de recibir pensamientos negativos. Sólo perderá esta protección, durante las tres horas anteriores a su muerte en la cruz (Ver el artículo titulado “ 99 - La crucifixión de Cristo).

 

Por lo tanto a diferencia de Cristo, nosotros tenemos que aprender a cambiar esos pensamientos negativos por sus opuestos positivos. Y en la medida en que lo hagamos en la forma correcta, recién entonces podremos lograr el cumplimiento de nuestros deseos más fervientes.

 

Apocalipsis, 1,3:

 

3- Feliz el que lea estas palabras proféticas y felices quienes las escuchen y hagan caso de este mensaje, porque el tiempo está cerca.

 

A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.

 

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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

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