168) LEY DE LA ATRACCION - La nueva Jerusalén (Parte 5)

Nota del autor: Este artículo debido a su extensión fue dividido en once partes, a ser publicados uno semanalmente. A continuación la Parte 5:

 

Estas últimas dos semanas estuve concentrado en la comprensión de los versículos del 17 al 20, de los cuales hoy voy a analizar una piedra preciosa que se nombra en ellos y que me llamó la atención por sobre las demás.

 

Me refiero a la piedra preciosa “jaspe”. Y digo que esta sobresalió entre esos versículos, porque es la única de todas las nombradas que se repite; en este caso tres veces. Primero les transcribo los respectivos versículos 18 y 19, además del 11 (y el 10 para que se comprenda de qué se habla en el 11), para después trasmitirles mi interpretación:

 

10- Me trasladó en espíritu a un cerro muy grande y elevado y me mostró la Ciudad Santa de Jerusalén, que bajaba del cielo de junto a Dios,

 

Aquí se refiere al cerebro humano y la Ciudad Santa representa a la mente subconsciente (el hemisferio derecho del cerebro).

 

11- envuelta en la gloria de Dios. Resplandecía como piedra muy preciosa con el color del jaspe cristalino.

 

Vean como en este versículo cita sutilmente a la piedra preciosa (a la Tierra), porque en definitiva no habla de la piedra, sino del resplandor que tenía el color del jaspe. Es decir, nuevamente usando la simbología del Universo, está mencionando al Sol y cómo éste resplandece por medio de sus rayos cristalinos (La mente Superior).

 

Nota al margen: Este versículo me hizo acordar al versículo 1º, del capítulo 12 del Apocalipsis, que interpreté en el artículo titulado “Nº 143 – La mujer y el dragón (Parte 1)” y que a continuación trascribo con su respectiva traducción:

 

1- Apareció en el cielo una señal grandiosa: una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.

 

Una mujer” representa al planeta Tierra, con “vestida de sol” nos está diciendo que la Tierra está bañada por los rayos del Sol y “la luna” completa esta primera parte, de lo que será en los sucesivos versículos, una descripción del Sistema Solar y de nuestra galaxia.

 

Entonces volviendo a este artículo, al principio me costó comprender este versículo 11, cuando comparaba a la mente subconsciente (la Ciudad Santa) con la piedra preciosa (La Tierra); pero cuando analicé con mayor profundidad ese párrafo, desapareció la contradicción inicial de poner en un rango de igualdad a la Ciudad Santa con La Tierra; veamos:

 

El versículo 11 al expresar que la Ciudad Santa (la mente subconsciente), resplandecía “como” la mente consciente (La Tierra), nos está diciendo que morfológicamente y hasta funcionalmente, que el hemisferio derecho es igual al hemisferio izquierdo. El primero hace funcionar la parte izquierda de nuestro cuerpo, mientras que el segundo hace funcionar la parte derecha de nuestro organismo. Pero al mismo tiempo específica su diferencia metafísica, ya que sólo el hemisferio derecho recibe la gloria de Dios (el resplandor de los rayos del Sol; es decir, el poder de entregar todos los milagros necesarios).

 

18- La muralla está hecha con jaspe y la ciudad es de oro puro, como cristal.

 

19- Las bases de la muralla de la ciudad están adornadas con toda clase de piedras preciosas: la primera base es de jaspe; la segunda, de zafiro; la tercera, de calcedonia; la cuarta, de esmeralda;

 

Mientras que en los versículos 18 y 19, respectivamente vuelven a citar a la piedra preciosa “jaspe”, en un caso aclarando de que así está hecha la muralla y por otro lado, que la primer base que sostiene esa muralla también está compuesta de la misma piedra. Ahora analicemos detalladamente estos tres últimos versículos:

 

El jaspe está presente (siguiendo la simbología del Universo) en:

 

La Ciudad Santa (los rayos del Sol) – Versículo 11

La primer base (Mercurio) – Versículo 19

La muralla (El sistema binario Plutón – Caronte) – Versículo 18

 

Ahora pongamos a estos cuerpos celestes citados en línea (para simplificar la explicación dejo de lado a Caronte, que se debe considerar como parte de Plutón) y veamos qué nos trasmiten:

 

SOL – MERCURIO – PLUTON

 

El Sol es la “ciudad de oro puro” (Dios), que transmite su influencia estando presente en Mercurio (el primer planeta en línea en cercanía al Sol) y luego vuelve a estar nuevamente en Plutón.

 

Recuerden que como parte de la base, Mercurio es el comienzo, mientras que Plutón como la muralla, es el último y este análisis no me hizo más que, ver la semejanza con el versículo 6 de este mismo capítulo del Apocalípsis:

 

6- Y añadió: «Ya está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed yo le daré de beber gratuitamente del manantial del agua de la vida.

 

Con esto quiero decir, que Mercurio (el comienzo del bien) representa el Alfa y Plutón (el mal) la Omega.

 

Vean como lo anterior se repite con otra simbología en el capítulo 17 del Apocalipsis, en sus versículos 16 y 17 que a continuación transcribo y que los interpreté en el artículo titulado “Nº 141 - El juicio de Babilonia (Parte 2)”

 

16- Los diez cuernos y la misma bestia planearán maldades contra la prostituta, la arruinarán y la dejarán desnuda, comerán sus carnes y la consumirán por el fuego.

 

17- Porque Dios se vale de ellos para ejecutar su plan, y les ha inspirado la misma intención de poner sus fuerzas al servicio de la bestia hasta que se cumplan las palabras de Dios.

 

Como pueden apreciar, Dios nos vuelve a reiterar en este capítulo que estoy estudiando, por medio de esta serie de artículos, que Él como Dios, está en el principio y en el fin al mismo tiempo y que se vale del mal para hacer aparecer el bien.

 

Plutón - Caronte representan el territorio (sistema reproductor masculino), donde nace el mal, pero al mismo tiempo Dios nos enseña que, los pensamientos negativos que comienzan ahí (Ver el artículo titulado “Nº 130 - Los doscientos millones de soldados”), son el medio por el cual, si los cambiamos por sus pensamientos opuestos positivos, lograremos el cumplimiento de todos nuestros deseos.

 

Y respecto a las doce piedras preciosas citadas para cada una de las doce bases, lo lógico sería considerar que manteniendo el orden en que son nombradas y considerando que cada una de ellas representan a cada planeta con sus respectivos satélites naturales, que cada piedra tiene designado un planeta en particular, que considero son:

 

LAS DOCE BASES

 

jaspe = Mercurio

zafiro = Venus

calcedonia = La Tierra

esmeralda = Marte

sardónica = Ceres (Planeta enano ubicado en el cinturón de asteroides, entre las órbitas de Marte y Júpiter)

sardio = Júpiter

crisólito = Saturno

berilio = Urano

topacio = Neptuno

crisopraso = Haumea (Planeta enano)

jacinto = Makemake (Planeta enano

amatista = Eris (Planeta enano)

 

LA MURALLA

 

jaspe = Plutón - Caronte

 

Ahora yo me tendría que preguntar, ¿Por qué Dios nombra de esta forma a cada planeta y no de otra?, ¿Cada piedra preciosa asignada a su planeta significará algo en particular?. O tal vez el nombrarlo así sea simplemente su forma de identificarlos y si lo comparamos con otros versículos, o como hice en esta serie de artículos, con la mitología romana, de esa forma entendamos otros textos al aumentar el vocabulario que nos sirva para ir “traduciendo” este idioma con que está escrito la Biblia y que como he demostrado, este Libro Sagrado está íntimamente relacionado con otras filosofías y religiones.

 

Estas son preguntas que hoy no me puedo responder y que reconozco tampoco tengo interés ahora en contestármelas, ya que el mensaje principal que estos versículos trasmiten, lo comprendí con la interpretación de todos los versículos que ya realicé.

 

Y en relación a esto último también debo comentarles, que encontré bibliografía que expresa, que las doce piedras preciosas representan a cada Apóstol en particular, según el orden en que Jesús los fue eligiendo. A tal efecto les adjunto dos enlaces, pero sin realizar por mí parte todavía, ningún estudio en relación a esto último.

 

Fuentes de consulta:

http://bibdigital.rjb.csic.es/Imagenes/P0019_8/P0019_8_203.pdf

http://exegiv.zoomblog.com/archivo/2006/07/05/sardonica.html

 

Nota del autor: Este artículo por su extensión continuará la próxima semana.............

 

Apocalipsis, 1,3:

 

3- Feliz el que lea estas palabras proféticas y felices quienes las escuchen y hagan caso de este mensaje, porque el tiempo está cerca.

 

A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.

 

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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

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