Nota del autor: Este artículo debido a su extensión fue dividido en tres partes, a ser publicados uno semanalmente. A continuación la Parte 1:
En estos últimos meses estuve concentrando mi trabajo en el fragmento del Apocalipsis, siempre pensando que en sus versículos encontraría la metodología que hay que utilizar, para saber cambiar en tiempo y forma esa cantidad “específica” de pensamientos negativos, por sus opuestos positivos; para lograr de esa manera el cumplimiento de nuestros deseos-metas.
Y el capítulo 17 del Apocalipsis, por el título que le precedía, me hizo pensar que aquí encontraría por lo menos parte de esa respuesta; a tal efecto primero les trascribo los 18 versículos de dicho capítulo, para luego proceder a su interpretación desde mi punto de vista (que por ahora es sólo mi verdad y no la verdad absoluta):
17- El juicio de Babilonia
1- Entonces vino uno de los siete ángeles de las siete copas y me dijo: «Ven, que te voy a mostrar el juicio de la famosa prostituta que se sienta al borde de las grandes aguas;
2- con ella pecaron los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se emborracharon con el vino de su idolatría.»
3- Entonces vino uno de los siete ángeles de las siete copas y me dijo: «Ven, que te voy a mostrar el juicio de la famosa prostituta que se sienta al borde de las grandes aguas;
4- La mujer vestía ropas de púrpura y escarlata, y resplandecía de oro, piedras preciosas y perlas. Tenía en la mano una copa de oro llena de cosas repugnantes, que eran las impurezas y la lujuria de la tierra entera.
5- En su frente se podía leer su nombre, escrito en forma cifrada: Babilonia la Grande, la madre de las prostitutas y de los abominables ídolos del mundo entero.
6- Y observé que la mujer se había embriagado con la sangre de los santos y de los mártires de Jesús. Esta visión me dejó muy sorprendido,
7- pero el ángel me dijo: «¿Por qué te maravillas? Voy a explicarte el misterio de esta mujer y de la bestia que la lleva, la de las siete cabezas y los diez cuernos.
8- La bestia que has visto era, pero ya no es. Sube del abismo, pero camina hacia su perdición. Los habitantes de la tierra, cuyo nombre no fue escrito en el libro de la vida desde la creación del mundo, se asombrarán al descubrir que la bestia era, pero ya no es y pasa pronto.
9- A ver si ustedes lo adivinan. Las siete cabezas son siete colinas sobre las que la mujer está asentada.
10- Y son también siete reyes, de los cuales cinco han caído ya, uno está en el poder y el otro no ha llegado aún, y cuando llegue, habrá de durar poco tiempo.
11- La bestia que era y ya no es, hace el octavo, pero es uno de los siete, y camina hacia su destrucción.
12- Los diez cuernos son diez reyes que todavía no han recibido el reino, pero tendrán poder por una hora junto a la bestia.
13- Persiguen todos una sola meta, y pondrán su autoridad y sus fuerzas al servicio de la bestia.
14- Harán la guerra al Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes, y con él vencerán los suyos, los llamados y elegidos y que se mantienen fieles.»
15- El ángel prosiguió: «Las aguas que has visto, a cuyo borde está sentada la prostituta, representan pueblos, multitudes y naciones de todos los idiomas.
16- Los diez cuernos y la misma bestia planearán maldades contra la prostituta, la arruinarán y la dejarán desnuda, comerán sus carnes y la consumirán por el fuego.
17- Porque Dios se vale de ellos para ejecutar su plan, y les ha inspirado la misma intención de poner sus fuerzas al servicio de la bestia hasta que se cumplan las palabras de Dios.
18- Esa mujer que has visto es la Gran Ciudad, la que reina sobre los reyes del mundo entero.»
Lo primero que hice fue leer todos los versículos para tratar de encontrar lo que yo denomino “la punta del iceberg”.
NOTA IMPORTANTE: Antes de continuar, debo aclarar por qué me puse a leer la Biblia en ese instante en particular.
Era el martes 6 de marzo de 2012 cerca de las 21 hs., como otras tantas noches, íbamos con mi familia a ver una película comprada.
Mi intención era ver “El topo”, una película nueva que todavía no habíamos visto; sin embargo, mis hijos querían que volviéramos a ver a “Hachi, Siempre a tu lado”, (Una película que trata sobre el amor y fidelidad de un perro para con su amo; realmente una muy buena película).
Yo seguía con mi intención inicial, pero luego ante la insistencia de mis hijos (hay que saber diferenciar el ser caprichosos con el ser perseverantes), cedí ante el deseo de ellos y se acomodaron en los sillones junto a mi esposa, para ver la película.
Como yo no tenía ganas de ver una película repetida, aproveché y mientras ellos miraban Hachi, me senté al lado en el otro sillón y me puse a leer la Biblia.
Como dije más arriba, empecé a leer de corrido todo el capítulo 17 del Apocalipsis, una y otra vez, para encontrar esas contradicciones que me estuviesen marcando un punto de atención. Había encontrado varios, pero el que sobresalía en forma destacada era el siguiente:
“11- La bestia que era y ya no es, hace el octavo, pero es uno de los siete, y camina hacia su destrucción.”
Siempre que leía este versículo, me auto-preguntaba mentalmente: ¿Cómo pueden ser siete y ocho al mismo tiempo?
Y cada vez que repetía toda la lectura sobre dicho capítulo 17 y llegaba al versículo 11, mi intriga aumentaba; una y otra vez, hasta que la “coincidencia” apareció.
Si bien yo estaba concentrado en mi lectura, era imposible no escuchar de fondo las conversaciones que se iban desarrollando en la película, o debería decir con mayor precisión, “las palabras” que formaban parte de esas conversaciones.
Y esa coincidencia ocurrió de esta manera:
Cuando yo mentalmente estaba leyendo el versículo 11, en el preciso instante en que mi vista se posó sobre la frase “hace el octavo”, en la película decían, “significa ocho”.
Al escuchar esa palabra, me percaté inmediatamente que estaba recibiendo un mensaje, una ayuda del Universo ante la duda, la preocupación, la atención que yo le estaba imprimiendo a esa frase en mi mente.
NOTA AL MARGEN: En la medida que vamos avanzando en el aprendizaje de este lenguaje-medio de comunicación, que utiliza Dios por medio del Espíritu Santo, para guiarnos y ayudarnos en las respuestas que vamos buscando; de apoco, vamos comprendiendo esas herramientas que Él utiliza, como en este caso, “las coincidencias”.
Por ello cada vez que percibo una coincidencia, “salto” como un resorte, buscando encontrar y entender qué es lo que se me quiere trasmitir en ese momento, que seguramente será de mi ayuda.
Es así que, volviendo al relato que les estaba contando, paré de leer la Biblia e inmediatamente le pregunté a mí esposa, ¿qué habían dicho respecto al número ocho?.
Después de decirme mi esposa lo que había escuchado, rebobinamos la película y escuché con más atención toda la conversación que a continuación se las relato:
Fuente de consulta de donde fue tomada la foto:
http://www.google.com.ar/imgres?imgurl=http://estrenos-de-cine.net/wp-content/uploads/2010/04/ain.jpg&imgrefurl=http://estrenos-de-cine.net/category/pelicula-hachiko&h=372&w=600&sz=36&tbnid=Iq2KvFo80S0iAM:&tbnh=90&tbnw=145&prev=/search%3Fq%3Dhachiko%2Bpelicula%26tbm%3Disch%26tbo%3Du&zoom=1&q=hachiko+pelicula&docid=EPyTfUhL5Tgv8M&hl=es&sa=X&ei=xeybT6u3OY6u8QSAsJCYDw&ved=0CEsQ9QEwBg&dur=95
En esa escena estaba Richard Gere, que hacía el papel del dueño de Hachi y le preguntaba a un hombre japonés, su amigo en la ficción, ¿qué quería decir Hachi?
Y su amigo le respondía: Hachi en japonés significa “ocho” y el ocho representa “la unión entre el cielo y la tierra”.
Nota del autor: Este artículo por su extensión continuará la próxima semana.............
Apocalipsis, 1,3:
3- Feliz el que lea estas palabras proféticas y felices quienes las escuchen y hagan caso de este mensaje, porque el tiempo está cerca.
A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.
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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.
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