133) LEY DE LA ATRACCION - Los doscientos millones de soldados (Parte 4)

Nota del autor: Este artículo debido a su extensión fue dividido en diez partes, a ser publicados uno semanalmente. A continuación la Parte 4:

 

La semana pasada había concluido mi artículo con el siguiente interrogante:

 

Ahora si es así, ¿qué representa la palabra “hombres” y la frase, “la tercera parte de la humanidad”?”

 

Debo reconocer que en ese momento concluí mi artículo, porque como es mi costumbre, cuando veo que los mismos se prolongarán, me limito a escribir tres páginas por cada parte.

 

Sin embargo, al terminar mi interrogante este sábado pasado (3 de marzo de 2012) cerca de las 18 hs, todavía no sabía la respuesta al mismo.

 

Recién pude momentos antes de acostarme de ese mismo día, e instantes anteriores de levantarme a la mañana siguiente, el concluir el razonamiento que me llevó a la respuesta de esta interrogación.

 

Pero esa respuesta todavía no se las comunicaré, porque como siempre digo, trato de respetar la cronología de mis pensamientos y conclusiones, para que aprecien en detalle ese encadenamiento de sucesos, que a veces es más importante que la conclusión misma.

 

Así es que mientras escribía cada semana este artículo, iba en forma paralela tratando de descubrir otros indicios que surgían de este mismo artículo.

 

Por ejemplo, al ver que el tema era de los espermatozoides y del cuerpo humano, yo me planteé lo siguiente, para después realizarme una pregunta:

 

Hasta ahora busqué en los versículos lo que yo denomino “la punta del iceberg”, que es esa palabra o frase que presiento puede estar simbolizando una parte del cuerpo humano y luego busco al tanteo, probando en Google combinaciones de palabras que me lleven a la respuesta buscada.

 

Así fue entre otras, como descubrí el significado de “los doscientos millones de soldados”.

 

Entonces me dije, ¿qué pasa si hago al revés, trato de buscar una parte del cuerpo que por su importancia tendría que estar descripta simbólicamente en la Biblia?.

 

Y la parte que por su envergadura entendía que debía estar representada en dicho libro Sagrado, era sobre los 46 cromosomas que llevan toda la información genética del ser humano y que había empezado a interiorizarme al analizar el proceso de formación de los espermatozoides.

 

Sin embargo, poniendo en Google las palabras Biblia y 46, fuera de la identificación de todos los versículos que estaban determinados con el número 46 (todos los que leí no me decían nada destacable), la única coincidencia que aparecía, era que los libros que contiene el Antiguo Testamento eran justamente de “46” (información aparte, los del Nuevo Testamento son 27).

 

Si bien en sí todavía no encuentro respecto a esos 46 libros, ya sea en la cantidad que a su vez se agrupan u otras relaciones entre los mismos, alguna pista que me hable simbólicamente sobre las características de los cromosomas, esto último me hizo profundizar el estudio sobre los mismos.

 

Y ese deseo de encontrar “algo” respecto a los cromosomas, hizo que de alguna manera se prendiera esa “chispa” necesaria para que el Universo respondiera.

 

Cuando comencé a escribir la primer parte de este artículo, habiendo hecho ya la investigación vía Internet del proceso de creación y funcionamiento de los espermatozoides; los que lo hayan leído desde el primer momento, se habrán dado cuenta que la primera vez este artículo iba a tener una extensión de sólo dos partes.

 

Sin embargo, cada vez que pasaba la semana y me sentaba frente a la computadora, veía que al analizar más minuciosamente cada uno de dichos versículos y de mis propias conclusiones, descubría nueva información “oculta”, como si estuviera sacando capa tras capa de una cebolla; de tal manera que esta cuarta parte del artículo (contrariamente a lo que había esgrimido la semana pasada) tampoco va ser la última parte del mismo.

 

Y no es que el encontrar esa información siempre surgiera de mi propio deseo. Yo ya he dicho inmensidad de veces, que lo más importante de todo es ir aprendiendo a hablar y a “escuchar” este idioma nuevo, con el cual está escrito la Biblia y con el cual el Espíritu Santo nos habla diariamente, aun cuando no nos demos cuenta; como por ejemplo entre otras formas, por medio de las “coincidencias”.

 

Así que ahora les voy a relatar, como sin proponérmelo, me llegó esa información que tiene que ver con esa investigación paralela que venía haciendo sobre los cromosomas:

 

El día lunes 27 de febrero de 2012 había ido a trabajar a mi oficina sólo a la mañana, ya que en mi país era feriado por el “día del Bicentenario de la creación y primera jura de la bandera argentina”.

 

Así que esa misma tardecita mientras estaba en mi casa, uno de mis hijos cambia de canal y se pone a mirar Los Simpson.

 

En ese capítulo que estaban pasando, en ese preciso momento que se cambia de canal, la historia se estaba desarrollando de esta manera:

 

Lisa (la hija de Homero) estaba (no recuerdo bien si era su casa u otro lugar) al lado de la ventana, en la planta alta junto a su madre, diciendo lo afligida que estaba, porque los médicos le habían dicho que el problema de “estupidez” de los Simpson, estaba en los genes de la familia.

 

Al mismo tiempo llegaba su padre y desde la vereda le grita a Lisa que se asomara y viera a todos los primos de él, que justamente Homero había llamado y que venían de los distintos Estados para conversar con Lisa.

 

El objetivo de Homero era demostrar que el problema no estaba en los genes; sin embargo todos los primos, que eran como cuarenta y todos se parecían bastante a Homero en su fisonomía, empezaron a hablarle a Lisa uno tras otro.

 

Sin embargo no hizo falta que hablaran más de cuatro (cuando más adelante volví a ver este capítulo, en realidad fueron ocho los que hablaron), ya que eso fue suficiente para ver que todos, por lo que decían, eran tan estúpidos como su padre. Ahí Homero bajó la cabeza y les dijo a sus primos: Vamos muchachos.

 

Pero de atrás de todo, surgieron las voces de tres primas Simpson que se acercaron (acá pasó lo mismo, en realidad fueron cuatro). Cuando éstas estaban debajo de la ventana de Lisa, se presentaron con sus nombres y profesiones; creo que dijeron que una era médica, la otra ingeniera y no recuerdo la tercera.

 

Y lo más importante era que las tres habían triunfado en sus respectivas profesiones, convirtiéndose cada una de ellas, en mujeres muy respetables por su sapiencia.

 

Ante esta demostración, a Lisa se le dibujo una sonrisa y expresó (la que dijo lo siguiente no fue Lisa, sino una de las cuatro primas de Homero):

 

Entonces el problema de los Simpson, está sólo en los cromosomas XY de los hombres.“

 

Cuando escuché eso dije: ¡Oh qué coincidencia!, está hablando de lo mismo que estoy investigando. Pero como buen estúpido, no me di cuenta del mensaje que me trasmitía y ahí quedo.

 

Al día siguiente, martes 28 de febrero de 2012 cuando estaba pasado el mediodía, parado con mi auto en la puerta de mi casa esperando a que mi familia saliera, veo pasar por mi vereda una chica de no más de 20 años, que llevaba puesta una remera en cuya parte superior estaba escrita la palabra YO, luego tomando todo el pecho, estaba dibujado un gran corazón y dentro de éste estaba escrito XY.

 

Es decir, esa remera decía combinando las palabras y el dibujo: YO amo a los XY (los hombres).

 

Ahí me volví a dar cuenta de la coincidencia, pero nuevamente no comprendí el mensaje que el Universo me estaba dando.

 

Y finalmente al otro día, miércoles 29 de febrero de 2012, a la mañana mientras me estaba duchando, ahí sucedió como otras veces.

 

Sin que hubiese sido mi intención, apareció en mi mente el versículo número 7 que días atrás había leído y que a continuación transcribo con la respectiva interpretación entre corchetes que hice en su momento:

 

7- Estas langostas (espermatozoides) se parecen a caballos aparejados para la guerra. Pareciera que tienen en la cabeza coronas de oro (un capuchón acrosómico) y rostros como de seres humanos; (los espermatozoides llevan en su núcleo la carga del 50% de la información genética del próximo ser humano que puede llegar a nacer, ya que el otro 50% lo aportará el óvulo de la mujer).

 

Y mientras me duchaba, me interrogué: ¿Este versículo al decir que sus rostros son como de seres humanos, se está refiriendo al género humano (los espermatozoides en general, tanto XX como XY), o quiere decir específicamente que son espermatozoides con cromosomas XY?

 

¡ATENCION!: Cuando originalmente escribí este artículo (hace dos semanas), me hice una mezcla entre las coincidencias que se me habían presentado, justo a continuación de determinar que los culpables eran los espermatozoides, que mezclé una cosa con la otra.

 

Ese error me llevó a expresar lo dicho en el párrafo anterior; ya que la combinación de pares de cromosomas XX o XY, se da únicamente una vez fecundado el óvulo; de lo contrario los espermatozoides llevan un sólo cromosoma “X” o “Y”.

 

Y ese error lo mantuve en los dos artículos siguientes (Parte 5 y 6). Sin embargo, salvo la aclaración que haré al comienzo de ambos artículos, mantendré dicho error conceptual, porque ese “error” me permitió llegar a una conclusión sobre la cual venía trabajando y no le encontraba respuesta.

 

Y en relación a este error, reitero como siempre digo, yo jamás escribo haciéndome el que lo sé todo y como en este caso, cometí un “horror garrafal”; pero a causa de mi ignorancia llegué al objetivo buscado. Ahora sí, continúo con lo que era el artículo original.

 

Cuando me hice esa pregunta me percaté de las tres coincidencias que había tenido y del mensaje que el Espíritu Santo me estaba transmitiendo.

 

Si repasan la expresión de Lisa (la primer coincidencia), el mensaje es bien claro; sin embargo tuve que esperar al tercer día a que el Espíritu Santo me implantase la idea en mi mente, para caer de una vez por todas y darme cuenta de lo que me quería decir. Seguramente que Él en ese momento debe haber dicho: ¡Por fin!

 

Nota del autor: Este artículo por su extensión continuará la próxima semana.............

 

A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a develarse, el que quiera entender que entienda.

 

Si deseas saber más sobre la ley de la Atracción y acceder a un directorio con los mejores enlaces de libros y artículos que tratan sobre la Ley de la Atracción y la Física Cuántica, puedes ingresar gratis en http://secretoalexito.jimdo.com/

 

Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

Escribir comentario

Comentarios: 0