23) LEY DE LA ATRACCION - Sembrar para recoger

La gran mayoría de los seguidores de la ley de la atracción, a los pocos meses de haber empezado a leer sobre esta materia, aún cuando creen en ella, terminan por abandonar sus deseos de conseguir lo que más pretenden, porque ven que no obtienen los resultados esperados.

 

¿Ahora bien, por qué sucede lo anterior?

 

Casi todos (yo me incluyo) cuando comenzamos a leer, lo primero que hacemos es a hacer afirmaciones (repetirlas como un loro), o a llenar cheques en blanco bajados por Internet, para dejarlos en la mesita de luz. Sin embargo ni el auto 0 KM, ni el dinero llegan.

 

¿Se sienten identificados?

 

Navegando por Internet he encontrado comentarios de personas, que dicen que hacen más de un año que están realizando afirmaciones y visualizando lo que desean, sin embargo, siguen como al principio.

 

A esas personas les diría que por la actitud que están teniendo, podrán estar 10 años más haciendo lo mismo y el resultado seguirá siendo idéntico.

 

Con creer no alcanza, con saber que la ley de la atracción funciona no es suficiente, lo importante es la Fe que pongan en ello.

 

¿Y cómo materializamos la Fe?. No de la forma que nos enseñaron en las distintas religiones. Con sólo arrodillarse a rezar no van a conseguir nada (ojo no digo que no hagan esto último, es más es muy importante, pero usándolo como una forma de expresar nuestro agradecimiento a Dios por lo que nos va otorgando); a lo que me refiero es que la Fe se demuestra poniéndonos en acción constante.

 

Y aquí es donde relaciono el título de este artículo. Si queremos cosechar los frutos de nuestros deseos, debemos primero sembrar nuestro esfuerzo por querer conseguirlos, ya que de lo contrario pedir el deseo al “Universo” quedándonos con los brazos cruzados, es lo mismo que querer recoger los frutos sin haber tirado primero las semillas al suelo fértil.

 

En el anterior párrafo no expresé otra cosa que decir: Si desean algo, primero deben proponerse una “meta”.

 

Pero por otra parte con tirar las “semillas” al suelo no es suficiente, deben buscar primero que la tierra sea “fértil” y regar las semillas (vuestra meta) con dedicación y perseverancia “constante e inflexible” y que yo la denomino “perseverancia testaruda” (con este término quiero demostrar que la perseverancia que se debe emplear es la mayor que jamás hayan utilizado). En esta última frase radica uno de los ingredientes principales de esa fórmula mágica y “secreta” que permite que se cumpla para nuestro beneficio con la ley de la atracción.

 

Y para profundizar un poco más el concepto anterior de ser testarudos con la perseverancia que deben aplicar; es necesario entender que no deben parar en querer conseguir vuestra meta (por supuesto que debe estar bien planteada de entrada, ya que por más Fe que se tengan, si ponen una heladería en la Antártida no van a vender ni un sólo helado).

 

Por lo tanto ya saben, para obtener resultados se deben plantear una meta (sembrar) con perseverancia, tanto cuando nos esté yendo bien en nuestro objetivo, como cuando circunstancialmente se nos presenten inconvenientes (tormentas pasajeras).

 

Cuanto más perseveremos, nuestra “siembra” más crecerá. Y cuanto más crezca más tiempo deberemos dedicarle, hasta que llegue el gran día de decir: “lo logré”.

 

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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

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